jueves, 23 de octubre de 2008

Recordando a Juan Parra del Riego, Poeta.

El poeta peruano Juan Parra del Riego residió unos años en Montevideo, donde se casó y siendo aún joven, se fue por una senda clara dejándonos sus creaciones literarias y el recuerdo que el pueblo uruguayo ha plasmado nominando una calle del barrio Parque Rodó con su nombre.
Entre su obra poética Parra del Riego nos sorprende con el "Polirritmo Dinámico a Gradín, jugador de fútbol ".
Se infiere, leyendo esa poesía, que el poeta fue a la cancha, y viéndolo al extraordinario y raro jugador -quizá uno o el mejor de todos los tiempos- su espíritu sensible y el gusto por el arte visto en todo su esplendor en la figura del irrepetible deportista, lo impulsaron a escribir con los mejores adjetivos del idioma, una página tan intensa como el desempeño del atleta en el terreno de juego. Este es un fragmento del poema:

"Palpitante y jubiloso
como el grito que se lanza de repente a un aviador
todo así claro y nervioso
yo te canto, ¡oh jugador maravilloso!
que hoy has puesto el pecho mío como un trémulo tambor.

Ágil
fino,
alado,
eléctrico,
repentino,
delicado,
fulminante,
yo te vi en la tarde olímpica jugar..."
luego sigue así el poema:

..."Y te vi, Gradín
bronce vivo de la múltiple actitud,
zigzagueante espadachín..."
dice más adelante el vate:

..."¡flecha, víbora, campana, banderola!
¡Gradín, bala azul y verde! ¡Gradín, globo que se va!
Billarista de esa súbita y vibrante carambola
que se rompe en las cabezas y se enfila más allá...

Y discóbolo volante,
pasas uno...
dos...
tres...cuatro...
siete jugadores...

La pelota hierve en ruido seco y sordo de metralla,
se revuelca una epilepsia de colores
y ya estás frente a la valla
con el pecho... el alma...el pie...
y es el tiro que en la tarde azul estalla
como un cálido balazo que se lleva la pelota hasta la red.
¡Palomares! ¡Palomares!
de los clásicos aplausos populares...
¡Gradín, trompo, émbolo, música, bisturí, tirabuzón!
(¡Yo vi tres mujeres de esas con caderas como altares
palpitar estremecidas de emoción!)
¡Gradín! róbale al relámpago de tu cuerpo incandescente,
que hoy me ha roto en mil cometas de una loca elevación,
otra azul velocidad para mi frente
y otra mecha de colores que me vuele el corazón.

Tú que cuando vas llevando la pelota
nadie cree que así juegas:
todos creen que patinas,
y en tu baile vas haciendo líneas griegas
que te siguen dando vueltas con sus vagas serpentinas.

¡Pez acróbata que al ímpetu del ataque más violento
se escabulle, arquea, flota
no lo ve nadie un momento,
pero como un submarino sale allá con la pelota...!
Y es entonces cuando suena la tribuna como el mar:
todos grítanle: ¡Gradín! ¡Gradín! ¡Gradín!

Y en el ronco oleaje negro que se quiere desbordar,
saltan pechos, vuelan brazos y hasta el fin
todos se hacen los coheteros
de una salva luminosa de sombreros
que se van hasta la luna a gritarle allá:
¡Gradín! ¡Gradín! ¡Gradín! "

Luego de disfrutar de la lectura de este Polirritmo extraordinario escrito por Juan Parra del Riego, voy a hacer una pausa para referirme un poco más sobre este gran poeta en la crónica siguiente.

Después de un paréntesis

Después de este paréntesis, de estas faltas no deseadas, hoy vuelvo a sentir la satisfacción de escribir por el medio que me permite llegar a incontables lugares de una sola vez.

Todo este tiempo que pasó desde la entrega anterior, lo ocupé en la tarea grata, difícil y seria que significa para mi, la elaboración de trabajos literarios

El resultado, leído y releído y corregido hasta lo necesario, me dejó contento: he avanzado de forma considerable en la creación de varias historias cortas. Prefiero escribir a mano, en hojas de libretas, para sentir la sensación magnífica de ir llenando con mi letra las hojas en blanco que como un milagro, sirven para el asiento de lo que se puede llamar de obra literaria .

He leído bastante, aunque hay muchos libros en mi biblioteca que siquiera llegé a hojearlos. Son esos libros que vamos dejandolos para disfrutar de su lectura en los momentos calmos, que tardan en llegar.

Lo importante para mi en este momento, es retomar la escritura aquí, referente al motivo por el cual me decidí a crear este sitio: el mejor sentimiento por el idioma, nuestro idioma.

En el Uruguay, cada cual en su tiempo, han estado poetas como por ejemplo: Rafael Alberti, quién vivió cierto tiempo en Punta del Este, y escribió poesías referidas a ese balneario. Pablo Neruda disfrutó de su estadía en otro balneario uruguayo llamado Atlántida, muy cerca de Montevideo, donde aprovechó el lugar y el paisaje para escribir algo de su obra vasta y bella. Federico García Lorca vino a esta ciudad para asistir a la representación teatral de su obra Bodas de Sangre; Gabriela Mistral cultivaba una amistad entrañable con las poetas uruguayas de su época.

Muchos fueron los poetas y los escritores que pisaron nuestra tierra. El poeta peruano Juan Parra del Riego se radicó en Montevideo. Precisamente sobre este poeta, me voy a referir en la proxima crónica.

domingo, 4 de mayo de 2008

Un poco de poesía

Cuando quedó terminado el espacio para juegos infantiles, lucía tal como lo habíamos ideado.

El grupo encargado de las obras, compuesto por carpinteros, albañiles, herreros, pintores y electricistas, todos de reconocida idoneidad en el medio, también se mostraba conforme con la creación de la que disfrutarían los niños de las familias que habitaban el núcleo de viviendas del terrero amplio, y todos los demás, residentes del barrio.

Era un lugar ideal , sombreado por sauces y paraísos, y bien iluminado en las horas nocturnas. Como estaba emplazado en un costado del predio, muy cerca de las moradas, permitía que los niños jugaran sin tener que alejarse de sus hogares, y si no estuvieran acompañados por los mayores ( que allí disponían de bancos y mesas de hormigón para reunirse, compartir momentos libres, leer, o simplemente distraerse con el paisaje) para la tranquilidad necesaria de los suyos, pudieran ser observados y atendidos ante cualquier contratiempo.

Su inauguración sería en las primeras horas de la tarde de un día de setiembre, diáfano como los anteriores, que marcaban el comienzo de la primavera.

A media mañana supe que tenía que pronunciar un discurso. Fiel a mi costumbre de nunca preparar nada escrito ni pensar en ningún tema, seguro de que al enfrentarme al público hablaré lo que pienso en el momento, esta vez no fue diferente.

Cuando quedé frente al micrófono y miré a la gente, que en buen número se había congregado, entre representantes de distintas instituciones educativas, autoridades de la municipalidad, delegaciones de las escuelas primarias de la zona, los vecinos en general y los niños, por un instante pensé en la etapa irrepetible de la vida de toda persona, que es el tiempo de los juegos, los años mágicos del mundo infantil, y no me fue difícil encontrar las palabras que se ajustaran a un momento muy significativo como aquel.

No faltaron las citas de algunos pasajes sobre la infancia, de los sensibles poetas que hemos tenido y tenemos en nuestra América hispana, no como un adorno del discurso, sino como algo imprescindible, tampoco como un pretendido lucimiento personal, sino por respeto profundo por los asistentes y en particular, por los niños.

Al final, cuando fui a reunirme con el público, entre la algarabía de los pequeños, y las sonrisas de los mayores, ya el área liberada para que aquellos dieran rienda suelta a los juegos, unas señoras del barrio me rodaron y luego de saludarnos me dijeron: muchas gracias por habernos regalado un poco de poesía en esta tarde tan especial.

Yo, sonriente, les dije que eran muy amables, y tuve la confirmación de que a la gente le gusta una canción, un aire suave y una sombra amiga, y unos versos que sirvan como un bálsamo para aliviar la vida, cada día.

jueves, 1 de mayo de 2008

Algunos Recuerdos

Cuando comencé a escribir mis primeras poesías -no se porqué me decidí por ese género literario - el profesor ya estaba retirado. A mi pedido, leyó aquellos versos , me dijo que le gustaban, y se permitió darme unas orientaciones que las seguí sin dudar. Pero como hay momentos en nuestra vida que nos parece que podemos caminar sin preguntar si vamos por el buen camino, dilaté tanto el contacto con el profesor, que cuando quise retomarlo ya era tarde. Le tributé un artículo en un semanario y guardo un ejemplar del mismo, que por su contenido, tuvo buena repercusión en el ámbito intelectual del lugar.

Siempre me acuerdo del mejor profesor de Idioma Español que he conocido, y me siento orgulloso de haber sido uno de sus alumnos.

Era delgado, enjuto, vestía chaqueta y pantalón azul marino, camisa blanca , corbata a rayas rojas y azules, y zapatos negros muy pulcros. Fumaba un cigarro tras otro durante las clases en el aula, y para impartir la enseñanza del idioma, se valía de una pizarra negra, tizas blancas y de su sabiduría sin par.

Solía recibir directamente de España, los textos del idioma y los diccionarios de la Academia, y asombraba a todos por su vasto conocimiento, tanto, que la gente le hacía preguntas en la calle para despejar sus dudas sobre la materia, y hasta le dieron un espacio televisivo para que desde allí siguiera enseñando.

El a todo eso accedía con gusto, pero con la misma responsabilidad y luminosidad que lo caracterizaban, en una época en que estaba disminuido físicamente, y yo creo que como se trataba de un ser humano raro, acercado a lo que conocemos por genios, y que hacen de la modestia y la despreocupación por sí mismos algo constante, en la vorágine de la vida cotidiana esa situación no fue percibida a tiempo de protegerlo y de cuidarlo como era debido, y se merecía.

Su poeta preferido era Antonio Machado. Lo recuerdo escribiendo en la pizarra : ..."el chubasco arrecia..." para analizar la oración aprovechando los versos del poeta.

A veces, en alguna reunión de amigos, le gustaba recitar la poesía del vate de Sevillla, dedicada a Don Francisco Giner de los Ríos :..." Como se fue el maestro, la luz de la mañana me dijo : ya van tres días que mi hermano Francisco no trabaja..." y ponía énfasis en los versos :..." ¡ Yunques sonad; enmudeced campanas !..."

Una tarde que andaba yo recorriendo las librerías céntricas de Montevideo, vi en oferta un libro sobre filosofía, de Francisco Giner de los Ríos. Como tenía marcado un precio muy bajo (menos de lo que cuesta en la actualidad un pasaje de ómnibus urbano ) pregunté por el ejemplar y me confirmaron lo que costaba, que no tenía nada que ver con su valor, que considero inestimable (no hay que confundir valor y precio, decía Machado). Demás está decir que lo adquirí en el momento, y nuevamente me acordé con cariño del profesor de Idioma Español. Creo que vale la pena compartir un poco de buenos recuerdos que tienen que ver con nuestro gusto por el idioma y la literatura, y la evocación de quienes nos ayudaron con sus conocimientos, en este caso el profesor, que como decía A. Machado sobre Francisco de Icaza, no era profesor de energía, y que como el olivar, mucho fruto llevaba, poca sombra daba.

jueves, 17 de abril de 2008

Los poetas y el aire

El aire, o el viento, son elementos que aparecen con frecuencia en las obras poéticas, y a quienes nos gusta leer y analizar las poesías de los poetas de todos los tiempos, vienen bien estos versos que he seleccionado al azar, la mayoría de memoria, quizá como debieran ser recitados. He aquí los mismos:

-León Felipe, llamado: Felipe Camino Galicia, nacido en Tábara (Zamora-España) de su obra: Versos y oraciones de caminante:
"Sensibles a todo viento, y bajo todos los cielos, poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo, ni la flor de un solo huerto..."
..."No andes errante, y busca tu camino...Dejadme...ya vendrá un viento fuerte que me lleve a mi sitio..."
..."Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo, porque no es lo que importa llegar solo y pronto, sino llegar con todos y a tiempo..."
..."Señor del Génesis y el viento, te lo devuelvo todo : vuélveme al silencio y a la sombra..."
..."Quiero verme en el viento, quiero,...¡quiero! ...sueño...sueño..."
..."Solo el agua del mar tiene congojas, y una voz sollozante como el viento, viento...déjame sin conciencia allí dormido..."

-Del gran poeta José Martí, cubano, de su obra Versos Sencillos:
..."El viento, fiero, quebraba, los almácigos copudos; andaba la hilera, andaba, de los esclavos desnudos..."
..."Sé de un pintor atrevido, que sale a pintar contento, sobre la tela del viento, y la espuma del olvido..."
..."Las jacas de su carroza, son dos pájaros azules, y canta el aire y retoza, y cantan los abedules..."

-De Rafael Alberti, poeta español de Puerto de Santa María (Cádiz), en su obra: "Entre el clavel y la espada" :
..."No puede, como es pequeño, con tantos árboles grandes, solo con la yerbabuena, la flor del aire..."
De su obra "Marinero en tierra" :
..."Las floridas espaldas ya en la nieve, y los cabellos de marfil al viento..."
A Federico García Lorca, poeta de Granada: ..."En esta noche que el puñal del viento, acuchilla el cadáver del verano, yo he visto dibujarse en mi aposento, tu rostro oscuro de perfil gitano..."
..."Del cinema al aire libre vengo, madre, de mirar una mar mentida y cierta, que no es la mar y es la mar..."
..."Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra, iza al aire este lamento: ¡ hay mi blusa marinera! siempre me la inflaba el viento, al divisar la escollera..."

-Del poeta brasileño Mario Quintana, llamado Mario de Miranda Quintana, nacido en Alegrete, Rio Gde. del Sur-Brasil, y que vivió gran parte de su vida en la ciudad de Porto Alegre:
..."Cántico: El viento alza los árboles, el viento clamoroso de la aurora..."
..."El viento que venía desde el principio del mundo, estaba jugando con tus cabellos..."

-De Gustavo Adolfo Bécquer, llamado: Gustavo Adolfo Dominguez Bastida, nacido en Sevilla (Andalucía- España) hijo de José Isausti Bécquer, y Joaquina Bastida y Vargas. Junto con otro hermano, fueron conocidos por el apellido Bécquer: de su obra Rimas y Leyendas:
..."Gigante ola que el viento, riza y empuja en el mar, y rueda y pasa, y no sabe, qué playa buscando va..."
..."Mientras el aire en su regazo lleve, perfumes y armonías, mientras haya en el mundo primavera, ¡ habrá poesía!
..."Los invisibles átomos del aire, en derredor palpitan y se inflaman; el cielo se deshace en rayos de oro, la tierra se estremece y alborozada..."
..." Tu sombra aérea, que cuántas veces, voy a tocarte te desvaneces..."
..."Como en cuna de nácar, que empuja el mar y que acaricia el céfiro, tal vez allí dormía, al soplo de sus labios entreabiertos..."

- De Garcilaso de la Vega, nacido en Toledo (España) :
..."El sol tiende los rayos de su lumbre, por montes y por valles , despertando, las aves y animales y la gente; cuál por el aire claro va volando..."
..."dejas llevar, desconocida, al viento, el amor y la fe que ser guardada eternamente, solo a mi debieras ?..."

-De Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares (España) : de su obra insuperable: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha :
..." ¿ Qué gigantes ? -dijo Sancho Panza.
-Aquellos que allí ves- respondió su amo- de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
-Mire, vuestra merced- respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento..."

-De Rubén Darío, nacido en Metapa (Nicaragua) se llamaba Félix Rubén García Sarmiento, hijo de Manuel García y Rosa Sarmiento:
..."Las ermitas lanzaban en el aire sonoro, su melodiosa lluvia de tórtolas de oro..." (de :Cosas del Cid).
de su obra: Sinfonía en gris mayor:
..."El viento marino descansa en la sombra, teniendo de almohada su negro clarín..."
de: Prosas Profanas:
..."Era un aire suave, de pausados giros; el hada armonía rimaba sus vuelos..."

-De Gabriela Mistral, llamada Lucila Godoy Alcayaga, nacida en Vicuña, provincia de Coquimbo (Chile) :
..."Siempre dulce el viento, y el camino en paz..."
...!El viento errabundo en la noche, m ece los trigos, oyendo a los vientos amantes, mezo a mi niño..."

-De Pedro Calderón de la Barca, nacido en Madrid (España), célebre exponente del Siglo de Oro español. De su obra; El Alcalde de Zalamea:
..."Yo llegué a encerrarlol antes, que algún turbión me lo lleve, o algún viento me lo tale..."

-De Fray Luis de León, poeta nacido en Cuenca ( España), de su obra En la ascención:
..." ¿Aqueste mar turbado, quién le pondrá freno? ¿Quién concierto al viento fiero airado?..."

-De Juan Menendez Valdes, poeta español: de su poema Al Viento:
..."Ven, plácido Favonio, y agradable recrea, con soplo regalado, mi lánguida cabeza. Ven, ¡oh vital aliento del año, de la bella aurora..."
obs: Favonio, es un viento suave del este.

-De Rosalía de Castro ( su obra lírica más importante fue escrita en gallego, pero sus sentimientos y su profunda nostalgia se expresaron también en castellano).
..."En los ecos del órgano, o en el rumor del viento, en el fulgor de un astro, o en la gota de lluvia..."
..."Yo no se lo que busco eternamente en la tierra, en el aire y en el cielo;..."

-De Miguel de Unamuno, nacido en Bilbao (España) sobre quièn en unos versos dijo Antonio Machado: "Don Miguel de Unamuno, fuerte vasco..."
..."¿Que es tu vida, alma mía, tu costumbre? ¡Viento en la cumbre!..."

-De Manuel Machado, nacido en Sevilla (España) hermano de Antonio: de su poesía:"La hija del ventero"
..."La niña callaba, y de cuando en cuando, se sonreía (Cervantes-Quijote)
,,,"Su merced el ventero en la puerta, atisba si alguien llega...El viento barre la campiña..."

-De Juan Ramón Jimenez, nacido en Moguer (España) de su poesía El poeta a caballo:
..."La dulce brisa del río, olorosa a junco y agua, le refresca el señorío... La brisa leve del río..."

-De Jorge Guillén, poeta y catedrático, fue lector de castellano en la Sorbona y en Oxford, y profesor de literatura española en Murcia y Sevilla. Su lírica intelectual y refinada, está en la línea de la llamada "poesía pura", influída por la obra de Paul Valéry.
..."Los verdes eran grises, el amor era sol. Entonces, mediodía, un pájaro sumió, su cantar en el viento..." ( De las doce en el reloj ).

-De Gerardo Diego, poeta español, perteneciente a la "generación del 27" :
..."En cárceles de espacio, aéreas llaves teme encierran, recluyen, roban. Hielo, cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo que alce hasta tí las alas de mis aves". ( de Insomnio).

-De Luis Cernuda, poeta español :
..."He venido para esperarte, con los brazos un tanto en el aire; he venido no se por qué; un día abrí los ojos, he venido". De ; He venido para ver.

-Miguel Hernandez, nacido en Orihuela (Alicante- España):
..."Dar a la sombra el estremecimiento, si a la luz del brocal del alborozo, y llorar tierra adentro como el pozo, siendo al aire un sencillo monumento".

-De Gabriel Celaya, nacido en Guipúzcoa (España ).
..."Poesía necesaria, como el pan de cada día, como el aire que exigimos tres veces por minuto..."

-De Blas de Otero, nacido en Bilbao (España), de su poesía "Ruando " :
..." Madrid Bilbao París o Barcelona, del edificio de mi fe vivida, gente, cruzada, fondo de las tiendas, portales, todo lo que arrastré con lluvia o sol o viento..."

-De San Juan de la Cruz, nacido en Avila (España ) :
..." El aire de la almena, cuando yo sus cabellos esparcía...".

-De José Zorrilla, nacido en Valladolid ( España ) , su poesía "El reloj"
..." Tremenda cosa es pasando oir, entre el ronco viento, cual se despliega violento, desde un negro capitel..."

-De José de Espronceda, nacido en Badajoz ( España )
..." Tu las cárdenas nuves extiendes, negro manto que agita Aquilón, con tu aliento los aires enciendes, tus rugidos infunden pavor..."

-De Juana de Ibarbourou, uruguaya, llamada Juana Fernandez de Ibarbourou, natural de Cerro Largo, Uruguay. Consagrada como "Juana de América", exquisita poeta, persona extraordinaria que conocí y me regaló un libro suyo dedicado, que guardo como un tesoro. En su casa, junto a su ventana, me dijo un día que yo era un intelectual. Escribió mi nombre. ¡ Cuánto honor !.
..." y ahora está mi alma abierta a cuatro vientos. Fue cada sufrimiento una ventana, hacia los delicados y puros firmamentos..." ( de : "Las lenguas de diamante" ).

- De Federico García Lorca, poeta nacido en Fuente Vaqueros ( Granada- España).
..."En el aire conmovido, mueve la luna sus brazos... "
..." dentro de la fragua lloran, dando gritos, los gitanos, el aire la vela vela, el aire la está velando..."
..." Su luna de pergamino, Preciosa tocando viene. Al verla se ha levantado el viento, que nunca duerme. San Cristobalón desnudo, lleno de lenguas celestes, mira a la niña tocando, una dulce gaita ausente..."
..." Preciosa tira el pandero, y corre sin detenerse. El viento-hombrón la persigue, con una espada caliente---"
..." y mientras cuenta, llorando, su aventura a aquella gente, en las tejas de pizarra, el viento , furioso, muerde..."
..." la higuera frota su viento, con la lija de sus ramas..."
..." los dos compadres subieron. El largo viento, dejaba, en la boca un raro gusto, de hiel, de menta y de albahaca..."
..." sus ojos en las umbrías, se empañan de inmensa noche. En los recodos del aire, cruje la aurora salobre..."
..." Pétalos de lata débil, recaman los grises puros, de la brisa, desplegada, sobre los arcos de triunfo..."
..." Sus zapatos de charol, rompen las dalias del aire..."
..." Dios te salve, Anunciación, morena de maravilla. Tendrás un niño más bello, que los tallos de la brisa..."
..." Las aceitunas aguardan, la noche de Capricornio, y una corta brisa, ecuestre, salta los montes de plomo..."
..." Brisas de caña mojada, y rumor de viejas voces, resonaron por el arco, roto de la medianoche..."
..." Pide luces y campanas, aprende a cruzar las manos, y gusta los aires fríos , de metales y peñascos..."
..." Gallos de vidrio cantaban, por Jerez de la Frontera. El viento, vuelve desnudo, la esquina de la sorpresa..."
..." y otras muchachas corrían, perseguidas poor sus trenzas, en un aire donde estallan, rosas de pólvora negra..."
..." Por encima de los techos, nervios de metal sonaban. Aire rizado venía, con los balidos de lana..." (de : Romancero Gitano ).

- Antonio Machado, poeta de Sevilla ( España ).
..." El limonar florido, el cipresal del huerto, el prado verde, el sol, el agua, el iris ! ... ¡El agua en tus cabellos !... Y todo en la memoria se perdía, como una pompa de jabón al viento...¡ oh tarde luminosa ! El aire está encantado..."
..."Como perro olvidado que no tiene, huella ni olfato y yerra por los camino, sin camino, como el niño que en la noche de una fiesta, se pierde entre el gentío y el aire polvoriento y las candelas chispeantes, atónito, y asombra su corazón de música y de pena, así voy yo..."
..."Por la sierra blanca... la nieve menuda y el viento de cara. Por entre los pinos... con la nieve blanca se borra el camino. Recio viento sopla de Urbión a Moncayo. ¡ Páramos de Soria ! ..."
..."El rojo bergantín es un fantasma sangriento, sobre el mar, que el mar sacude... Lúgubre zumba el viento norte y silba triste en la agria lira de las jarcias tristes..."
..." Por dar al viento trabajo, cosía con hilo doble, las hojas secas del árbol..."
..."Sentía los cuatro vientos, en la encrucijada de su pensamiento..."
..."Era un acorde lamento, de juventud y de amor, para la luna y el viento, el agua y el ruiseñor..."
..." Es una noche de invierno. Azota el viento las ramas de los álamos. La nieve ha puesto la tierra blanca..."

-De Pablo Neruda, (Poeta chileno, llamado Neftalí Ricardo Eliecer Reyes Basoalto)
El viento en la isla: "El viento es un caballo: óyelo cómo corre ,por el mar, por el cielo..."
Poema 4Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.
Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.
Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinado.
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano.

Poema 20
"
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta. ..."

-De Amado Nervo, Poeta Mexicano, llamado Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, nacido en Tepic, Nayarit:
..."
¡Ah, si vieras tu huerto! Ya no hay rosas, ni lirios, ni libélulas de seda, ni cocuyos de luz, ni mariposas... Tiemblan las ramas del rosal, medrosas; el viento sopla, la hojarasca rueda..."

- De Salvador Díaz Mirón, nacido en Puerto de Veracruz, México.
..."Blancas y finas, y en el manto apenas visibles, y con aire de azucenas,las manos -que no rompen mis cadenas..."

- De algunas poesías propias del titular de esta página:
..." largos canteros, las cuidadas plantas floridas, bordeando los senderos, por donde la hojarasca que cae de los plátanos añejos, el viento lleva...."
..."Intima plaza en estío, al aire sobre la flor, se humedece de rocío..."
..." En las aceras grises, los árboles se quitan las hojas con el viento..."
..." y sigue soñando pájaros, vagando el soleado aire..."
..." el aire mueve, apenas, la fronda amarillenta..."


miércoles, 19 de marzo de 2008

Se es o no se es

A veces escucho la canción de un cantautor latinoamericano que en uno de los versos dice que nunca había ido a un festival de música (no tuvo necesidad y quizá ganas, de exponer su arte en ese tipo de eventos) y lo expresa con orgullo de haberse abierto camino por sí mismo, por el valor artístico de sus composiciones, y por su voz estupenda, aún por su competencia al ejecutar el piano, instrumento infaltable en la orquesta que lo acompaña.
Entonces, tomando esa afirmación musical como objeto de análisis para otras artes, en este caso la literatura, me he preguntado si el escritor tiene esa condición innata, o si por el contrario, se podría forjar en los círculos que se denominan "talleres literarios", generalmente regidos por alguien que es escritor, y cuya tarea fundamental sería la de enseñar a los concurrentes los secretos del arte de escribir, de tornar personas con voluntad de dedicarse a la escritura, en potenciales literatos forjados en un aula, que contarían con certificados de haber concurrido a tal o cual taller literario, haber sido alumnos de determinado escritor ( si ocurre que el verdadero escritor tiene tiempo de dedicarse a tales actividades, o quizá éstas se tomarían como una manera ideada para contar en cada mes con alguna remuneración adicional).
Generalmente, esos "talleres" toman como rama literaria la poesía, adoptan la que no está sujeta a estilos definitivos, llamada libre (verso libre, verso libre, líbrate mejor del verso, decía Antonio Machado). Y las presentan tomando distintas formas (una palabra, abajo dos o tres palabras más, luego una frase , y después otras frases más largas, como quién va apilando palabras y frases, en fin, algo interesante de ver, poco atractivo de leer en la mayoría de las veces).
-Es lo que hay (lo que se tiene) diría alguien no comprometido con el asunto y conformado con las cosas tal como se las presentan.
Existen distintas clases de obras y diferentes autores, por suerte, y para cada uno seguramente habrán lectores; unos tendrán mucha aceptación, otros no tanto, y algunos poca, pero no ninguna.
Conozco un escritor y poeta que cierta vez, atraído por un concurso de poesía impulsado por una representación extranjera importante, pidió las bases y ajustado a ellas llevó hasta la bella mansión su obra en dos partes ( en un sobre determinado, y en otro con seudónimo). Hecha la tramitación, quedó expectante esperando el resultado del concurso cuyos ganadores el jurado daría a conocer en una fecha establecida.
Los resultados fueron publicados en un diario tradicional: un ganador, sus premios y el título de la obra, además de veinte menciones especiales, haciendo constar los nombres de las personas respectivas.
El poeta referido no figuró en esa lista.Resignado, comparó sus versos con los de quién había resultado ganador, y tratando de ser objetivo, no encontró una diferencia marcada en cuánto a la calidad de las obras comparadas. Eso lo animó a seguir, teniendo en cuenta que siempre lo que pesa en estos casos es el criterio del jurado.
No pasó mucho tiempo, y ese poeta amigo supo que el principal jurado de ese concurso tenía un "taller literario" al cual concurrían la mayoría de quienes recibieron menciones en aquel concurso. ¿ Casualidad, mera coincidencia ?.
Entonces decidió que no se presentaría más a ningún concurso literario, seguro de que la literatura no se aprende como por ejemplo pasa en la pintura, donde en verdad, los maestros buscan pasarles a sus discípulos los secretos del dibujo, las formas y los estilos, las claridades y sombras, la profundidad, los materiales a emplear, todo eso partiendo de la base de que quienes de ellos dependen en esa rama artística, tienen o cuentan con condiciones naturales para ello. Tanto es así, que los propios maestros viajan al exterior para conocer a otros artistas, asimilar conocimientos en otras escuelas, ampliar las fronteras de su arte, lo mismo ocurre con las corrientes musicales, con la escultura, para citar otras manifestaciones artísticas.
El amor por las palabras sería algo innato, una propensión natural, una honda manifestación del espíritu, que no se aprende en el aula. En el aula se aprende el o los idiomas, a escribir bien, a leer correcta y fluentemente, a hablar como se debe, si tenemos por ventura, buenos profesores, si somos buenos alumnos.
-"Mis muy amados versos" dice Machado en su obra.
También se puede pertenecer a una generación determinada de escritores y de poetas, cultivar estilos sin que las obras pierdan las características que identifican a cada uno de los creadores.
Cuando termino una obra, me siento feliz de haber creado algo que nunca existió ni existiría en el universo, en todos los tiempos, si no me hubiera decidido a hacerlo; aunque en realidad, no sé el valor literario que pueda tener, me pongo en el papel de crítico severo, y llego a la conclusión de que me gusta, y soy un lector exigente.
Sería interesante seguir con este tema, u otros temas, pero debo continuar la obra literaria que estoy haciendo - una historia corta, muy corta, con absoluta economía de palabras, engarzadas como piedras en una alhaja, ni más ni menos, lo esencial, sin afectaciones, sencilla sin dejar de ser honda, que no pase de más de dos cuartillas, quizá que llegue a tres, y que quede completa; voy a depararme con mi hoja en blanco y a empuñar mi pluma. Es lo que quiero, lo que se hacer, lo que no aprendí en un taller, afortunadamente.


sábado, 15 de marzo de 2008

Un libro especial

Una mañana de mi tiempo de colegio- estaba yo sentado en el segundo banco de la tercera fila contándolos desde la entrada al salón- llegó la maestra con varias cajas grandes que contenían libros. Los alumnos quedamos expectantes, puesto que no sabíamos lo que iba a acontecer.
La maestra- una señora severa, de personalidad fuerte y dominante- dejó un libro determinado en cada banco de la primera fila.

En la segunda fila hizo lo mismo, pero el libro era distinto al repartido anterior. Lo supe porque los escolares, inquietos, los abrían y hojeaban.

El que fuera entregado primero, era de tapas marrones, y el de la fila de al lado, era diferente, tenía ilustraciones, y acaparó la atención de quieres lo recibieron.

Yo deseaba este segundo libro, el ilustrado, en ese tiempo infantil donde nos fascina las imágenes. Sin embargo, siguiendo la entrega en forma alternada, la maestra me entregó un ejemplar del libro de color marrón, que no tenía dibujos, solo letras del principio al fin.

De igual manera procedió en las dos filas restantes.Al final nos dijo que los ejemplares que habíamos recibido eran de obsequio, y que esperaba que no solamente los leyéramos, sino que lo cuidaramos.

Confieso que lo puse en mi portafolio, no lo leí y lo dejé en uno de los estantes de madera de uina biblioteca chica que me regaló mi padre.

Pasó el tiempo y ya en el nivel secundario, comenzaron las clases de literatura. Fue cuando me acordé del libro en cuestión, y resolví examinarlo por primera vez. Tenía un título de una sola palabra, y de subtítulo: "libro de lectura y de iniciación literaria".

Fue un hallazgo extraordinario. Estaban allí todos los fragmentos de las obras más importantes de la literatura universal, y al pie , la biografía de cada autor.

Si en algún momento pensé que sería mejor haber sido alumno escolar de otras maestras- fui alumno de aquella señora desde el primer año escolar hasta el quinto año cuando pasé a otra escuela y conocí a mi segunda maestra- ya había abandonado ese deseo, y por el contrario, me sentí feliz de haber sido objeto de aquel obsequio, ahora muy preciado, tanto, que el libro está guardado y cuidado hasta ahora como lo aconsejara la maestra, en un lugar especial de la biblioteca ahora con más espacio y mejor confeccionada.

Siempre que tengo tiempo, o que tengo alguna duda, o que deseo releer algún fragmento de Cervantes, Dante, Twain, Quevedo, Días Mirón, Bilac, La Fontaine, Neruda, Darío, Nervo, Trilussa, Ibarabourou, Mistral, Becquer, Mantegazza, Ortega y Gasset,Heine, Goethe, Enrique de Mesa, Walt Whitman, Leopoldo Ramos Gimenez, Albert Samain, Erich María Remarque, Garcilaso, Rafael Altamira, José Vasconcelos, Salvador Rueda, Knut Hamsum, Gabriel y Galán, Michelet, Teófilo Gautier, Juan Montalvo, Hartleben, Bernard Shaw, Henri Barbusse, Guerra Junqueiro, Rafael Barrett,Rabindranath Tagore, Emilae Verhaeren, Ada Negri, Tetmajer, Enrique González Martínez, Dostoyevski, Arturo Rimbaud, Eca de Queiroz, El Romancero, Juan B. Justo, Edgar Poe, Ralf Waldo Emerson, William James, José Santos Chocano, Juan Ramón Gimenez, José Eustaquio Rivera, Esteban Boutroux, Lope de Vega, Paul de Kruif, Victor Hugo, Jacinto Benavente, Jean Jaurés, Carlyle, Evaristo Carriego, Samaniego, Hellen Key, Luis G. Urbina, Antonio y Manuel Machado, Enrique Diez Canedo, Gabriel Legouvé, Kipling, Rafael Alberti, Kierkegaard, Luis Gimenez ade Asúa, Iriarte, Emilio Faguet, Machado de Assis, José Ingenieros, Enrique Longfellow, Juan Landriot, Miguel Cané, Antonio Zozaya, Edmundo Texier, Humberto Días Casanueva, Rafael Heliodoro Valle, Guerra Junqueiro, Rufino Blanco y Sanchez, G. Martinez Sierra, Juan Antonio Cavestany, entre muchos otros autores importantes de la literatura universal.

Confieso que a veces me falta tiempo para releer tan excelente literatura. Cuando me acuerdo de la preferencia infantil por las ilustraciones, pienso que son importantes, pero guardo este libro con un cuidado especial.

viernes, 22 de febrero de 2008

Lo que se escribe y se lee

Esa tarea de ir hilvanando letra tras letra, de un texto que va surgiendo, y que no sabíamos que éramos capaces de escribir, y que cuando lo leemos, nos asalta una desconfianza que no quisiéramos sentir, relativa al valor literario que pueda tener lo que hemos creado, en la incapacidad relativa de la que hacemos gala al momento de una autocrítica que hallamos necesaria, y que sin embargo nos resistimos a realizarla; es posible que tal tarea la dejemos librada a los demás, y apresurados para escuchar un comentario a ese respecto, le pidamos a alguien amigo, que nos haga la gentileza de leer para sí el texto- corto o largo- y nos de su impresión. Es seguro que mientras la persona, corre la vista en silencio por lo que nos gustaría de llamar obra, nosotros de igual manera, no dejemos de pensar sobre lo escrito, y tengamos el convencimiento de que cualquiera sea el juicio que escuchemos en instantes, debamos volver sobre ese texto, leerlo y releerlo, agregarle o quitarle algunas partes, pasarlo en limpio, y volver a examinarlo hasta que al final, en un período de tiempo que puede ser de uno o de varios días, semanas quizá, y por que no un mes, o acaso dos, pensemos que por terminado, ya puede ser impreso y guardado junto con otros textos que por ventura, nos decidimos a escribir al influjo de algunas ideas que surgieron en nuestro pensamiento, y que tuvimos la precaución de anotarlas, para evitarnos el olvido, a veces con una caligrafía que de tan menuda o sencillamente descuidada- en la rapidez injustificada de la acción- en lugar de ayudarnos, nos dificulta todavía más la tarea de poder recordarlas.¿ La valoración esperada?. Bien, puede acontecer que el amigo- lector a nuestro ruego- nos diga que le agradó, y eso lo exprese con sinceridad, agregando que por saberse alguien no autorizado para opinar sobre el tema en cuestión, como sería debido, mejor que recurriera a otras gentes, recogiera otros pareceres, pero que nos tiene fe.

Fiados en el instinto que nos empuja- empleando aquí una estrofa del poeta mexicano Díaz Mirón- sin que suponga una valoración propia deliberada, concluimos que no podemos seguir dando mas vueltas al asunto, y lo escribimos en forma definitiva al texto.

Ese texto, como éste que aquí leéis, comienza y termina con letras del mismo tamaño, no tiene enmiendas, ni observaciones, y si así fuera necesario, que no lo es, seguiría con esos mismos caracteres.

Estaba leyendo un contrato de servicio público. Casi al final, comienza lo se conoce corrientemente como “la letra chica”. Un invento truculento, rechazable de plano por cualquier persona ética y moralmente correcta. Por el contrario, debería llamarse “letra grande”, bien clara, absolutamente visible, nítida, y dictarse las normas que sean necesarias para que no aparezcan más, en nombre de lo cristalino y el decoro- Si así no se hace, es porque los valores se cayeron como hojas secas en otoño, y a diferencia de éstas, no viene un viento nuevo que las haga renacer. Entonces no solamente nos desvelamos por la corrección de un texto propio, hay otros textos-que señalan prácticas deliberadamente inconvenientes- que no entran en lo que atañe a la literatura, pero si al idioma con el cual fueron y seguirán siendo escritos, y que nos afectan de una u otra manera, que hace décadas algunos inventaron, y a otros les siguió pareciendo necesarios. Solamente el bien es necesario, lo demás se le contrapone.

lunes, 18 de febrero de 2008

Cuando hallamos el libro casualmente

Los escritores, si no estamos dedicados al proceso creativo en algún momento de cada jornada, es seguro que tendremos un libro abierto en nuestras manos, que quizá lo hemos leído y releído, pero quién sabe por qué motivos, nos parece que hallamos siempre algo nuevo en él, que aprendemos un poco más en sus paginas: "mis muy amados libros..." decía A. Machado, y es verdad.
Una tarea difícil pero fascinante, es la de conseguir un ejemplar de un libro que nos interesa tenerlo y leer, y no lo hallamos. Aquí hay una diferencia marcada, en lo que respecta a tener la publicación, saber que está con nosotros, que la hemos ubicado con cuidado en el estante de la biblioteca para leerlo cuando podamos, y el acto en sí de su lectura, que es otra cosa.Puede pasar un tiempo antes de que resolvamos darle una mirada superficial, de entrar de lleno a la lectura porque preferimos hacerlo en un momento especial, o por el contrario, lo abrimos y lo leemos como se debe.
Lo malo es cuando se estrecha el camino que podría llevarnos a encontrarlo. Cuando nos dicen que no lo conocen, que estuvo un tiempo pero que la editorial no volvió a reeditarlo, y cuando sentencian que será muy difícil hallarlo por el tiempo transcurrido y los pocos ejemplares que se pusieron en plaza. Nos invade la desazón, pero a la vez eso nos impulsa a no bajar los brazos, a continuar con la insistencia de un hallazgo fantástico, y eso se convierte en acicate para que seamos más insistentes y no abandonemos la búsqueda.
Me ocurrió con un libro de Augusto
Monterroso. Recorriendo la feria del libro en Montevideo, los distintos espacios de las editoriales, y consultando de vez en cuando un apunte que no me dejara apartarme de hallar las publicaciones que me interesaban, me detuve ante un libro del escritor, una colección de sus relatos que se ofrecía en una obra de portada llamativa. Lo observé un momento, no se porqué no me acerqué y lo examiné más detenidamente, lo ciento es que seguí adelante y aquel instante se me olvidó. Pasados unos años, no muchos, supe que aquel libro me interesaba , y comencé el proceso que es cuesta arriba, de encontrar un ejemplar del mismo, y por más que busqué en todo Montevideo, no lo hallé siquiera en la venta de usados. Si por ventura aparece un ejemplar usado y en buen estado, lo reservaremos para usted, me decían hasta con un aire de poca esperanza, los buenos libreros amigos y aquellos a los que iba en esa cruzada conociendo.
Pero todo fue en vano, el momento de comprar el libro fue aquel en la feria, y estuvo ante mis ojos, nuevo y a mi alcance, solo bastaba decirle a quién vendía, mi interés por comprarlo. La persona apartaría un ejemplar, le adicionaría un marcador de páginas, lo pondría en un
saquito de nailon con letras coloridas, haría la factura, yo lo pagaría y saldría con el, sencillamente. Mi distracción evitó ese proceso simple, pero que luego no pude hacerlo, ya era tarde.
Como aquí no vale lamentar lo pasado, me acordé de un familiar que está en Europa. Ya lo había ubicado al libro en una librería lejana, y solo me restó esperar la llegada del correo- Dos meses después, me parecía irreal tener al libro ante mis ojos, verlo de la misma forma que estaba en venta en la feria, y eso me sirvió de experiencia. Ahora, cuando voy a algún evento donde los libros se exhiben y están a la venta, no mido el tiempo para recorrer con calma y mucha atención las distintas publicaciones, para evitarme todo el proceso de salir a una procura que a veces vence toda nuestra energía puesta en el afán de recomponer alguna cosa.
Quienes hemos pasado por este proceso, y aún no siendo un libro el objeto de nuestra búsqueda, sino un calzado, una vestimenta, etc...comprenden lo que les he escrito ahora, como siempre, de manera espontánea, sin previos apuntes ni ideas preconcebidas, porque así la escritura me parece más auténtica, en estos casos, menos calculada, las ideas surgen en la pantalla tal como en nuestro intelecto, y eso vale, si es que algo vale.
La enseñanza extraída, a la vez, es que pese a todos las vallas que vamos encontrando en la senda que seguimos en alguna procura bien intencionada, no debemos desalentarnos, por aquello dicho por el mismo A. Machado, de que se hace camino
únicamente al andar.






jueves, 14 de febrero de 2008

Impresiones de un lector

El escritor José Saramago había estado en una de las ediciones de la feria del libro en Montevideo, donde acostumbro a ir, recorrer los puestos de las distintas editoriales, y porqué nó, adquirir libros de literatura, asistir a las presentaciones de las nuevas obras, conocer a los escritores, en fin, todo lo que un lector habitualmente hace en esos eventos.

Un dia que resolví faltar, estuvo el laureado escritor portugués.Meses después, recibió el premio Nobel. Creí que no iba a tener la oportunidad de asistir a una conferencia suya.

Sin embargo, en mayo de 2003, regresó a la capital uruguaya, y yo me encontraba por el norte del país. Su conferencia comenzaba a las siete y media de la tarde en la Universidad. Viajé ocho horas en un autobús desde el mediodía con un ejemplar del libro que lanzaba:"El hombre duplicado" por todo equipaje. Cuando llegué a la estación, reservé mi pasaje de regreso para las diez de esa noche. Ascendí a un taxi para llegar más rápido al evento. El paraninfo estaba atestado de público; como pude, me acomodé en la entrada, mal podía ver al escritor, solamente lo oía por los equipos de sonido. Al término de su inolvidable disertación, un escritor uruguayo que lo acompañaba anunció que el ilustre visitante se retiraba y no habría sección de autógrafos. La mayoría de los asistentes portaban en sus manos algún y hasta algunos libros de Saramago con el fin de tener un contacto con él y conseguir su firma. No me desanimé. Había viajado mucho para llegar hasta allí y regresaría en menos de media hora para recorrer otra vez ese extenso camino, así que igualmente me fui acercando junto con otras personas, porque el grueso de la gente ya se estaba retirando al igual que el escritor, éste por una puerta exclusiva, y debía darme prisa sin comprometer el decoro. Unas personas que se acercaron hasta él, seguramente eran quienes se hallaban más cercanas en el momento del final, lo convencieron para que regresara, señalándole los libros que llevaban. El flamante premio Nobel accedió a los pedidos, se sentó ante una mesa larga y comenzó a firmar en silencio, el rostro serio sin otra expresividad. A mi turno, firmó sin mirarme y con ambas manos retiró de su frente el libro cuando ya le habían puesto otro delante. No tuve oportunidad de hablarle; miré el reloj y me faltaba poco tiempo para volver a la estación y tomar el autobús de regreso. Llegué a la casa al amanecer, con la satisfacción de haber logrado el objetivo. Cada cual tiene su estilo, y en su vida quién sabe la cantidad de veces que un escritor debe cumplir con el deseo de sus lectores y dedicarse un tiempo a los autógrafos. Fue una experiencia interesante, un momento de pragmatismo como me dijo un amigo al cual le conté lo que estoy ahora escribiendo. Cuando me toque autografiar, dedicaré un tiempo aunque breve a todo aquel que se me acerque, seguro que sonreiré y le agradeceré su fina delicadeza de ser un lector de mi obra. Hasta les pediré alguna impresión, les daré la mano y a cada uno, siempre y sinceramente, les estaré agradecido.

Mi contacto con el gran escritor chileno José Donoso fue diferente, una noche en que presentaba su obra: "Donde van a morir los elefantes", y otros buenos momentos de literatura pasados con otras personalidades de las letras , aunque esto lo abordaré en entregas posteriores, porque tenemos tiempo, el blog recién comienza a ser desarrollado.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Los poetas y la tierra

Hago un tiempo, por auténtica necesidad de lector que acostumbra a releer las obras que ama de nuestra lengua castellana, y en forma espontánea elijo en mi biblioteca los libros de poesía, un género literario que se mantendrá vigente por siempre, por más que algunas voces agoreras llegaran a decir que el hombre actual no tiene tiempo y tampoco mucho interés en su lectura. De las obras de los buenos poetas he aprendido mucho, y es por eso que en forma improvisada, estampo aquí algunos fragmentos de poesías que mencionan a la tierra, así como ya lo he hecho en relación al agua. He aquí lo que recuerdo al respecto:

-José Martí, el preclaro escritor y poeta, en sus Versos Sencillos escribió: "Estimo a quien de un revés, hecha por tierra a un tirano..."
o lo siguiente: "Con los pobres de la tierra, quiero yo mi suerte hechar..."
"Oigo un suspiro, a traves, de las tierra y la mar..."
"Yo se que el necio se entierra, con gran lujo y con gran llanto, y que no hay fruto en la tierra..."
"Yo he visto el oro hecho tierra..." entre otras estrofas que aluden al tema del título.
Antonio Machado, el poeta sevillano, también nos deleita con su poema genial :"La tierra de Alvargonzález" escrito para probar que podía escribir a la manera de los poetas más antiguos, pero imprescindibles en el momento procurar cualquier antología. Nos dice el gran poeta:"Feliz vivió Alvargonzález, en el amor de su tierra..."
"Un buhonero, que cruzaba aquellas tierras errante..."
"La tierra de Alvaragonzález se colmará de riqueza, y el que la tierra ha labrado no duerme bajo la tierra..."
"Y en todas partes he visto, gentes que danzan o juegan, cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra..."
"Son las tierras, soleadas, anchas lomas..." y podría seguir citando con gusto algunos otros pasajes de la obra del poeta, pero quedaré por aquí.
Rafael Alberti, el extraordinario poeta de Puerto de Santa María-Cadiz, escribió entre sus tantas obras, "Marinero en tierra", recordemos algunos pasajes:
"Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra..."
"-?Adonde vas marinero, por las callles de la tierra..."
"Si mi voz muriera en tierra, llevadme al nivel del mar..."
En !Homenaje a don Luis de Góngora y Argote " escribió:"Luchando, prisionero en la nocturna cárcel de la umbría, que, fijo el pie en la tierra..."
De su obra:"Entre el clavel y la espada" recordamos :"Dura es la tierra y, obstinadamente, dura la piel del tiempo que pisamos...!
De su obra:"Pleamar" nos acordamos: "Te vas, dejando playa, tierra que te ha tenido---"
Los poetas también nos deleitan con sus versos que dicen de otros elementos, el aire, el fuego, en fin , excelentes temas para recordar y saber como andamos de memoria. Estimo que pòr ahora está excelente.