martes, 23 de diciembre de 2014

ANTONIO MACHADO. HOMENAJE A GARCÍA LORCA.

   Jorge Luis Borges, dijo cierta vez que: "Federico García Lorca era un poeta de utilería, solo se salvó porque Antonio Machado hizo sobre él un poema memorable". 
    Admiro al gran escritor argentino, quién escribió cuentos excelentes, ficciones, ensayos, novelas, y tradujo obras de la literatura universal, fue conferencista, autor de frases célebres recopiladas en varias publicaciones.   
     Sin compartir tal opinión, pienso que lejos de catalogar así de veras al poeta granadino, Borges habló de su admiración por el extraordinario vate sevillano. 
    Aparte de escribir, Antonio Machado gustaba de pasear y leer. En sus paseos llevaba siempre consigo una libreta, su cartera, donde anotaba aquello que observaba o que afloraba en su pensamiento, y que le podía servir al momento de escribir sus obras. "El poeta admira y calla". "piensa, canta o sueña". 
     El recuerdo de esos dichos ocurrentes de Borges, viene bien para volver a leer la poesía de Machado sobre García Lorca, "El crimen fue en Granada":


I
EL CRIMEN

Se le vio, caminando entre fusiles
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle a la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—.
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, ¡en su Granada!…

II
EL POETA Y LA MUERTE

Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre; los martillos
en yunque, yunque y yunque de las fraguas—.
Hablaba Federico,
requebrando a la Muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el eco de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

III

Se les vio caminar...
                   Labrad, amigos,
de piedra y sueño, en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:

el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

lunes, 22 de diciembre de 2014

Ignacio Aldecoa, Maestro del Cuento.

     Ignacio Aldecoa, escritor español nacido en Vitoria, Álava, Pais Vasco, el 24 de julio de 1925, fue autor de las novelas: El fulgor y la sangre, Con el viento solano, Gran sol, entre otras. Sin embargo, fue en la narrativa breve que Aldecoa  descolló como nadie. Verdadero maestro del cuento, es un placer leer y releer su obra de relatos, única e inigualable,
      Aldecoa dijo:"El creador auténtico está solo, total y definitivamente solo, es animal de fondo al que no lleva la corriente. Y ésa es su grandeza y aventura."    
       "- ¿Ambiciones?
        -  Cumplir como escritor o, lo que es lo mismo, cumplir mi quehacer como hombre."
        "-Si no pudiera escribir, ¿qué haría?
          -Intentar escribir." 
          "Yo creo que soy esencialmente un narrador"
        Esencialmente narrador, Ignacio Aldecoa escribió los libros de cuentos: "Espera de tercera clase", "Vísperas del silencio", "La tierra de nadie y otros relatos", "Cuentos", "Los pájaros de Baden-Baden", "Caballo de pica", "Santa Olaja de Acero y otras historias", entre otros reunidos en "Cuentos completos".
        He aquí un fragmento del cuento"La urraca cruza la carretera" : 
                                                                                                                "Cuando le pasaron la bota, bebió. Estaba el sol alto dando unas sombras breves y profundas en la corta de la pedrera abandonada, húmedas e intimas en las bases de los grandes árboles, a ambas orillas de la carretera. Estaba el sol alto rompiendo contra el azul del cielo, hacia el sur, los perfiles de las colinas anaranjadas. 
       El vino le agrió la boca. Miró hacia las colinas de tierra carnosa y de brillos de cuarzo. Le dolían los ojos. Tenía la frente lloviznada de sudor, y bajo los párpados inferiores, una sensación de mojadura salina. Fumaban ya los compañeros, y el humo de los cigarros se disolvía en el aire pausadamente, como el hielo en el agua. 
      Al palpar la bota, tras de incharla soplando, tuvo la sensación de que tocaba un vientre vivo. .."
       Aquí se nota el estilo breve, las frases precisas y cortas, la narración que cautiva la atención del lector, un relato que avanza con las palabras necesarias, todo en su justa medida, nada de mas ni de menos. Aldecoa emplea las pausas como ningún otro escritor. Esas pausas le dan ritmo al relato, enriquecen también las metáforas cortas, casi imperceptibles (ej: "como el hielo en el agua").   
      Esta página hoy se engalana con una breve crónica dedicada al Maestro del Cuento, el irrepetible escritor vasco Ignacio Aldecoa.  
          
        
          

sábado, 20 de diciembre de 2014

EL CUENTO BREVE

       Hace bastante tiempo que quería continuar este blog que valoro mucho. Mas la lectura y la escritura dilataron el encuentro. Ahora si, hablemos de literatura, digamos que el relato corto, el género literario que no es fácil de lograr, donde las palabras no son sino las necesarias, tiene hoy plena vigencia.


       Para comprobarlo, invito a leer y estudiar el cuento de Gabriel García Márquez titulado "Un día de estos" que se encuentra en el libro Los funerales de la mama grande. Es de los cuentos que nos quedamos con ganas de releerlo, y de encontrar algunos mas por el estilo. Del mismo autor, es recomendable leer "Monologo de Isabel viendo llover en Macondo" que esta en el libro Ojos de perro azul.

       Nombro las obras con el único propósito de facilitar la tarea de hallarlos. Este blog no está concebido sino para exaltar la literatura en lengua castellana, para desafiar los conocimientos en materia literaria que pueda poseer quien lo escribe, por el gusto de las palabras, y el placer de compartirlo con la gente. No es posible hablar de los autores sin nombrar sus obras. Nombrándolas, les hacemos un sencillo reconocimiento, les agradecemos tantas horas y años de trabajo intelectual, tanta sabiduría puesta al servicio de todos, su gran contribución a la cultura universal, la fina delicadeza cuando alguna vez nos dispensaron un minuto de tiempo en oportunidades que por ventura pudimos conocer personalmente a algunos de ellos. No hallo necesaria esta aclaración, aunque a la vista de estos tiempos, para evitar pareceres alejados de la realidad, quizá sea mejor dejarlo bien en claro. 
      Otros cuentos memorables, escritos por el recordado escritor argentino Héctor Tizón, se titulan:  "El llamado", y  "Caballo viejo" y se encuentran en el libro  "A un costado de los rieles" .
      Tizón fue un maestro del cuento, junto con otros escritores del genero a los que vamos a referirnos en las próximas crónicas, Felices fiestas.