sábado, 4 de abril de 2009

Reportajes

Cierta vez leí un artículo publicado en una revista, sobre el genial escritor argentino Jorge Luis Borges, autor entre otros libros de: El Aleph, Libro de Arena, Ficciones, Historia Universal de la Infamia.Contaban que en una ocasión, culminadas las obras en la calle donde tenía su casa, la iluminación había quedado reparada por entero. Un vecino, viéndolo al escritor, se le aproximó y le dijo: "iluminaron la avenida del poeta", y que Borges le contestó: "pusieron esas luces para que yo no orine de noche aquí en la acera", dejándolo al otro sin saber que decir, a la vez que le quitó trascendencia al asunto y a la idea de que por él se hubieran hecho las cosas. Esta capacidad de Borges para contestar con cierto humor y sencillez las cosas dichas a su respecto, se refleja también en otra anécdota: cuando lo paraban en la calle, generalmente los estudiantes, para grabarle las palabras sobre algún tema que pudiera luego ser objeto de alguna tesis, o trabajo académico, aquel les preguntaba que hora era. Cuando le respondían, ponía una cara de sorprendido y salía de la situación diciendo: "a ésta hora siempre corro" y se marchaba aprovechando la sorpresa de sus interlocutores ocasionales.

Cuando le preguntaron que entendía por "literatura comprometida", respondió: "Yo no conozco ninguna "literatura comprometida", conozco solamente buena o mala literatura, literatura comprometida no me dice nada, es lo mismo que me digan algo así como:"equitación protestante".

Algo más de Jorge Luis Borges: En una ocasión, alguien le pidió su opinión sobre Carlos Gardel. El genial escritor contesto lo siguiente: "Gardel era un paria uruguayo que cantaba tangos".

Alejandro Dolina, escritor argentino, en uno de sus libros se refiere, a través de un personaje, sobre los reportajes, y concluye que es más importante lo que se contesta, y como se contesta, que la pregunta en sí, y tiene razón.

Precisamente, sobre Dolina, vi por televisión un reportaje que le hicieron desde un programa deportivo. La joven enviada para entrevistarlo -Dolina estaba en una biblioteca amplia, llena de libros y había un escritorio, en lo que parecía ser su lugar de trabajo- utilizó todo el tiempo que duró la entrevista para preguntarle sobre un futbolista de fama(que le parecían sus conceptos, sus actitudes,etc)si tenía preferencia por tal o cual jugador, cuando en realidad el personaje era el propio escritor, y ante él, solo era necesario hacerle alguna pregunta de literatura o sobre el fútbol en si,encender el grabador,y la cámara filmadora y disfrutar de su sabiduría.

Tambièn están quienes en el curso de un reportaje, quieren hablar más que la persona a quién están reporteando. Pero este es un tema de una evidente educación deficiente, por más edad y tiempo de trabajo que tenga quién entreviste, porque conozco a personas jovenes que son talentosas, y el talento es algo que se tiene,o no. Lo más preocupante es que muchas veces, se hace un mal uso del idioma, se emplea un lenguaje chabacano, de mal gusto, cuando hablar bien nuestra lengua castellana, debería ser objeto de un aprendizaje permanente.